Se encuentra a 909 m de altitud y fue durante una prolongada época la metrópoli comercial de Andorra. Actualmente, Sant julià de lòria es un activo centro industrial y en la localidad están instaladas las grandes manufacturas de tabaco andorrano.
La antigua Lauredia esta situada al lado del Grand Valira y constituye la sexta parroquia del principado. Sant julià de lòria es también un importante centro turístico.
La localidad puede presumir de un ilustre histórico, como acreditan los hallazgos de monedas íberas y romanas. El pueblo cuenta con una hermosa iglesia románica del siglo XII, pero restaurada en 1941, en cuyo interior destacan una talla del siglo XII que representa la Virgen de los remedios y un Cristo del XVIII.
El Museo del tabaco nace con la vocación de recuperar y difundir la compleja realidad del tabaco en Andorra a lo largo del siglo XX. Por este motivo se ha recuperado y adecuado un espacio a la vez simbólico y emblemático: la antigua fábrica Reig, antes conocida como “cal Rafeló” (casa Rafeló), que, desde que abrió sus puertas en 1909, ha visto como muchos hombres y mujeres de Sant Julià elaboraban con sus manos picaduras, caliqueños y cigarrillos que después se comercializaban dentro y fuera del país, hasta que, en 1957, cerró para dar paso a una fábrica nueva más grande y más moderna.
El Museo del tabaco, la antigua fábrica Reig ha significado y requerido dedicar tiempo a la documentación y el estudio de archivos públicos y privados, cosa que ha permitido documentar años de cambios rápidos y transformaciones profundas, y, a la vez , hacer un trabajo de recuperación de la memoria colectiva. Las voces de quienes han trabajado y vivido del tabaco han permitido conocer, recuperar e interpretar este viejo edificio, el trabajo que en él se desarrolló, la técnica usada, las relaciones humanas... en definitiva, la vida en torno a la fábrica y al pueblo. Los recuerdos, las percepciones y las experiencias son testimonio de los cambios y las permanencias en los campos, las fábricas y los pueblos y ofrecen la lectura más humana de esta producción, tan sorprendente como enraizada en la vida del país, y nos descubren su significado social, más allá de los aspectos materiales y económicos.
Dos voces, una masculina y otra femenina, describen los contenidos de los diferentes espacios del Museo. Son voces que recuerdan la década de los años 30 y 40, época de convulsiones, y que nos ayudan a entender tanto la lógica de las primeras fábricas de tabaco como la evolución y la modernización técnica y productiva que sufrieron, que, de algún modo, simbolizan los tiempos modernos que se avecinaban. Finalmente, el discurso local de la cuestión del tabaco en Andorra se funde con la historia y la cultura del tabaco en el mundo.
La adecuación de la antigua fábrica Reig en Museo, significa la creación de un espacio para la memoria histórica del país y un centro documental y de referencia para quienes quieran conocer todo lo relacionado con el tabaco: en el campo, el secadero, la fábrica, y con su “comercio”, todo ello en relación con la historia reciente y la cultura andorranas. Por este motivo, el Museo nace con la vocación de crear un espacio de encuentro y dinamización cultural para el pueblo, y quiere convertirse en una infraestructura turística.
Nos proponemos que el visitante pueda entender cómo era el trabajo dentro de la antigua fábrica de tabacos Reig, los procesos y la maquinaria que se habían utilizado, así como la organización del trabajo durante los años en los que esta fábrica estuvo en funcionamiento (1909- 1957 aprox.), pero tomando como recorrido productivo vertebrador el proceso alrededor de los años 30, momento en que se observa una cierta mecanización de los procesos y una actividad productiva importante.
Con esta finalidad se propone ofrecer distintos niveles de lectura, destinados a los diferentes públicos susceptibles de visitarnos: desde un nivel sencillo, para las personas que quieran acercarse de forma comprensible a este mundo, hasta niveles más especializados. Gracias a una serie de locuciones, el visitante es guiado por los diferentes espacios. La narración se estructura en base a dos voces, una femenina y otra masculina que nos guian a través de la fabrica. El discurso se hace desde el presente, a modo de recuerdo, facilitando asi los saltos temporales y la comparación con el momento actual.
El museo del tabaco consta de cuatro espacios repartidos de la siguiente forma:
El Museo cuenta con dos espacios reservados para la organización de actividades y exposiciones temporales destinadas a completar el mensaje y que, a la vez, actúen como motor de dinamización del Museo. No obstante, se contempla la posibilidad de que alguna de estas exposiciones temporales pueda ser organizada fuera del edificio del Museo.
Contamos con un reportaje fotográfico, realizado por tres fotógrafos profesionales, que nos muestra el seguimiento de las tareas principales del cultivo, la fabricación y la comercialización del tabaco, desde una perspectiva social, alejándose de los reportajes habituales en los que se suele dar una visión más tecnológica.
Por ejemplo, se incluye el seguimiento de una familia campesina en un día de trabajo destinado a la recolección del tabaco, desde el desayuno hasta el final de la jornada, o el seguimiento de una trabajadora en una de las fábricas actuales.
Iglesia levantada encima de una construcción de época medieval y restaurada entre los años 1973 y 1979. Es edificio de planta rectangular con campanario de espadaña. En el interior presenta bóveda de cañón y un gran arco triunfal. Conserva un retablo barroco dedicado a Santa María.